Una de cal y Otra de Arena...

Otra vez en Otavalo... esta ciudad tiene un atractivo muy especial para mi. Me hacen sentir como en casa. Gente a la cual yo no presto mucha atencion, me recuerdan y me saludan en la calle, la gente del hotel a donde siempre voy, me reciben calidamente y me dan la mejor habitacion....

Hablando de hoteles, si Anna y Pablo no se enojan (www.viajeros4x4x4.wordpress.com/), voy a adoptar la misma categorizacion de hoteles por ellos creada, valorados en "cucarachas", a peor servicio, mas "cucarachas"... (che Pablo, asi es???)

Y la gente de la feria y del pueblo saludando solo por cruzarme con ella, realmente Otavalo es hermosa... En este momento desde el internet q estoy veo el volcan Imbabura, inmenso y majestuoso y yo me siento con mucha paz conmigo mismo.

Bueh, a la historia de hoy!

Cuando era pequeño, vivia con mi madre y mi hermano en un conventillo de buenos aires, algo asi como un hotel muy barato para gente muy humilde (muchas cucarachas!), mi madre no pudo pagar el alquiler y nos echaron a la calle, a mi madre con dos niños, yo tenia 12 años y mi hermanito solo un año. Los amigos de ella nos ayudaron, casi siempre dormiamos en hoteles de viajeros en el barrio de Constitucion, pero a veces eso no alcanzaba.

Ibamos a un "hogar transitorio", un lugar que administraba la iglesia y que daba comida y refugio a madres con niños en situacion de emergencia, para que no durmieran el la calle. Nos dejaron dormir ahi solo dos noches, sostenian que yo tenia 12 años ya no era un niño y podia estar mirando a las otras mujeres, asi q terminamos en la calle de nuevo... Ey, contar esto ni siquiera me duele, eh?. Solo es parte de mi historia, ya quedo atras hace mucho -por suerte!-.

Pero no olvido a las monjas siendo muy firmes y autoritarias con mi madre, mi mamita aguantaba y trataba de darnos lo mejor que podia. Nunca la vi llorar, y aprendi mucho de ella, justamente de los momentos duros que con ella vivi. Y pasando el tiempo, cuando pude darle mas significacion a mis vivencias de niño, decidi no respetar a las monjas, y menos por sus investiduras... claro!

Otra de curas, en el colegio internado donde me crie, eramos muchos chicos en cada pabellon, rondabamos los 100. Y algunos celadores nos habian enseñado codigos de silencio, para dejar los chismes de lado y hacernos mas hombres -decian ellos-. Asi q a veces alguno hacia alguna travesura bien grande y quedaba oculto por todos. Los celadores nos castgaban con plantones de horas y horas frente a la cama, sin recreos, sin postres, etc. pero nosotros no hablabamos.

Y resulta que el colegio era tan grande q hasta una capilla tenia, y los domingos a la mañana era obligatoria la misa, nadie se escapaba, asi q tambien nos teniamos que confesar. Y ahi aparecia la sorpresa, al lunes siguiente el celador ya sabia quien habia sido el de la felonia y aplicaba el castigo correspondiente. Nosotros nos preguntabamos quien habia hablado, asi los cascabamos por soplon, jejejeje pero no, nadie le habia contado nada al celador, uno se habia confesado con el cura, y asi fue como el celador supo quien habia sido. Ergo; el cura le contaba nuestras confesiones al celador... Por eso y otras cositas, tampoco respeto a los curas!!!!

No le digo "padre" a los curas y tampoco "hermana" a las monjas. Como una manera de honrar mis feas experiencias con los representantes del clero catolico.

Hasta que llego el gran golpazo de mi vida, sipi, la caida de la escalera hace un mes, en Florencia, capital del departamento del Caqueta de Colombia. Cuando Flora fue a sacarme del lugar donde habia caido, lloraba de deseperacion de solo ver en el estado en que yo estaba (todo cubierto de sangre e inmovil) fue a buscar a su vecino, el cura de la capilla del barrio "Bello Horizonte", este saco la camioneta de la capilla, y a los 1o minutos de mi caida yo entraba en un hospital gracias al cura. En Colombia la salud no es gratis-nada de nada-, en algunos lugares si no pagas por anticipado ni siquiera te reciben.

Y cuando arranco la camioneta entre todos decidian adonde llevarme, solo querian el mejor lugar para que me atendieran, asi q me llevaron a la clinica mas cara de la ciudad, en esa clinica le solicitan un pago anticipado, y Flora no tenia ni un billete encima ni en su casa. El cura pagò 250.000 pesos y con eso comenzo mi atencion, se quedo esperando en la clinica muchas horas, esperando la confirmacion de los medicos que yo estaba bien.

Asi que ahora puedo decir contento que hay un cura al que lo puedo llamar respetuosamente "padre", el tipo no me conocia, jamas me habia visto, pero estuvo ahi, aportando y ayudando a que me cure.

Cuando al fin volvi a florencia, despues de mi recuperacion en Mocoa, lo fui a visitar y agradecer personalmente su ayuda. Se llama Padre Daniel Giovanny, y cuando le conte mi costumbre de no llamar "padre" a ningun cura, pero q el si se habia ganado ese respeto por parte mia; se reia a carcajadas.... El padre Giovanny es un tipo bien directo, jovial, con una sonrisa permanente en la cara y me agradecio el comentario. "asi se cual es la manera correcta de comportarme con mis hermanos", dijo. Gracias padrecito!!!!!!!!! Junto a Flora (que casualmente hace años fue monja...!) les debo la vida.

Ahora a la distancia, se que estuve a un pelito asi de chiquito de la muerte, cuando me cai no podia respirar, pelee contra el dolor para absorver aire, me dolia todo y me asusto q no podia respirar, sentia la falta de aire... si me hubiera desmayado, no habria podido hacer ningun esfuerzo por respirar!!!

Que cosa... ahora en Otavalo, tranquilo, apenitas con dolores en el torso, pero totalmente recuperado, miro las montañas, hoy hace un sol hermosisimo, esta fresquito pero se disfruta igual, respiro, recien almorce bien rico, miro las hermosas otavaleñas pasar y me siento agradecido por estar vivo... Che, que no quiero ser un denso con esto de estar agradecido por la vida, pero saben? es nuestro mayor tesoro... la vida!!!!!

Y sobre todo contento de que hay muchas Floras y Padres Giovanny en Sudamerica, no tengo dudas de eso... brindo por todos ellas y ellos!!! Salud Hermanitos!

Daniel.-