domingo, 14 de febrero de 2010

El amor, el Moro, el Yagè y que se yo cuantas veces escribi sobre estooo!!!! jajaja

Me rio, me rio pero en realidad estoy triston...

En mis 20 años y pico, vivia en El Bolsòn -Patagonia Argentina-, trabajaba por las noches en el taller de electromecanica de Tulio Romairone, y de dia me iba de aventuras por las montañas que rodean al pueblo.

En verano iba al balneario, a visitar amigos o simplemente me iba solo a leer algun libro a la orilla del rio Azul, buscando pastito verde para el Moro. Ya que lo menciono escribire algunas lineas sobre èl como un digno homenaje a un querido amigo.

El "moro" era un caballo tobiano percheron que era un verdadero personaje, paciente, taimado y con la sabiduria del caballo viejo. Ponerle el freno para sacarlo del corral que era su casa era todo un trabajo de negociacion. Si no lo habia estado cepillando, a lo que el se entregaba gustoso, tenia que esconderme el freno en mi espalda y llamarlo zalameramente para darle mimos o un pedazo de zanahoria. Desde lejos me miraba moviendo las orejas y estudiandome. Se acercaba lentamente desconfiando, atraido por la zanahoria, pero si por desgracia el freno que iba en su boca, y era metalico, hacia algun ruido a mi espalda, se frenaba en seco y reculaba. Entonces la zanahoria habia que suplantarla por un morral repleto de cebada humeda -una irresistible golosina equina- y ahi si, mientras comia se dejaba poner el dichoso freno.

En ese tiempo yo era vegetariano a full, ningun quimico, carne o alimento artificialmente procesado entraba a mi cuerpo. Lo que me daba un estado de paz increible, conmigo mismo y con todo lo que me rodeaba. Mi trato con el Moro era de mucho respeto, de igual a igual, por lo que no usaba fusta con èl, palito, ni nada para montarlo. El lo sabia y se abusaba, cuando nos alejabamos del pueblo, el le pedia permiso a una pata para mover la otra (tenia 4!). Yo lo azuzaba con ruidos de mi boca, gritos, o sacudiendo mis brazos y rogandole que se moviera de una buena vez.

Nada servia, el tipo se movia cansadamente bajo el sol del verano, y si por desgracia al costado del camino habia alguna plantita verde y apetitosa, se frenaba en seco y tranquilamente se la comia. Claro! conmigo montado en su lomo y quejandome impaciente q se apurara de una vez. jajajajajaja  que lindo caballo, yo lo consentia y mimaba.

El premio que se ganaba el Moro por llevarme en su lomo era que fueramos donde fueramos, siempre le buscaba pastito verde de su gusto, y lo ataba con una soga de 20 metros para que se moviera a sus anchas y no se fuera, (una vez casi me dejò a pie en medio de las montañas). Cuando caia la tarde y emprendiamos el regreso al pueblo donde estaba su corral, uy! el Moro era otro caballo! Caminaba rapido, sin tener q decirle nada de nada y cuando el corral estaba a la vista, galopaba como un potrillo contra el viento!!!

Llegabamos los dos sudados, y como no usabamos montura, imaginate como quedaban mis piernas despues de la galopada!! jajajajajaj

Va con estas lineas mi cariñoso homenaje al Morito, mi compañero de muchos veranos Bolsoneros...

Continuo con el post. En la mayoria de mis aventuras nadaba en el rio Azul, que como es de aguas de deshielo, por mas calor que haga, uno salia del agua tiritando y castañeteando los dientes...  para despues recuperar la temperatura tomando sol sobre el pasto.
 
A la noche llegaba al taller  donde me esperaba la cena hecha por la señora de Tulio y la emprendia con la instalacion electrica de algun auto o moto hasta la madrugada. Trabajaba solo, escuchando musica a todo volumen y pensando o sintiendo para mis adentros mientras hacia el trabajo. Habia en el taller un cassette  que escuchaba muchas veces donde Roberto Carlos cantaba frases como; "... no sabes mi amor que noche bella, presiento que tu estas en esa estrella..." y "... querida querida, vida mia, reflejo de luna que reia...", "...si amar es errado, culpa mia, te ame, en el fondo que es la vida no lo sè..." la cancion se llama Un gato en la oscuridad.
 
Miraba la noche estrellada y recordaba a Monica, que indiferente de mi, hacia su vida apenas a 10 cuadras de donde yo estaba.
 
Hoy, muchos años y kilometros despues, estoy en Mocoa, una ciudad en la amazonia del sur de Colombia, mientras trabajo solo, montando una isla de edicion en radio Waira, y rodeado de montañas al igual que El Bolsòn (alla estaba la imponente presencia del cerro Piltriquitron, en mocoa ni conozco las montañas). Y escuchando musica en la computadora de aire de la radio, donde encontre la misma cancion...
 
Al igual que aquellos tiempos, hoy mi compañera es la soledad y los recuerdos de lo vivido junto a esa increible mujer pastucita que me ha sacudido completamente. Me quedan recuerdos, recuerdos pequeñitos, casi insinificantes, y al mismo tiempo tan gratos...

Miro por la ventana buscando la estrella en el cielo, el nombre de ella es otro, esta un poco mas lejos y es igual de indiferente. Que pena! Que dolor...  Tanto tiempo pasado, tanta vida vivida para terminar dandome cuenta que nada ha cambiado...

Que pena y tristeza en serio!  sigo amando ilusiones... Y las ilusiones tambien duelen!

Sera que al igual que el Moro soy un taimado y no aprendo de las experiencias vividas?

El yage me ha hecho crecer en muchos aspectos, pero faltaaaaa!! Hay una frase q dice "lo que no te mata te vuelve fuerte..." Escribo esto con la esperanza de generar un cambio en mi a partir de reconocer el error.

Aunque pensandolo bien, recordar El Bolson tambien me recordo ese estado de bienestar conmigo mismo, bienestar logrado por la estrictisima dieta vegetariana a la que me sometian Norita y Alejo, yo era sensible a todo, era pura paz interior, era uno con la naturaleza. Cuando volvi a vivir a Buenos Aires, sentia tanta hostilidad en el ambiente, que decidi comer carne para estar a tono con esa hostilidad. A la distancia no se si fue la mejor decision...  Ya no vivo en una gran ciudad, asi que no hace falta estar acelerado todo el dia e incentivado por la agresividad y miedo que trae ingerir carne.

donde estaran ahora Nora y Alejo?  solo recuerdos hermosos tengo de ustedes!!! si llegan a leer esto, reciban un calurosos abrazo de un hermanito perdido en el tiempo y distancia que los recuerda con mucho amor!

Volvere a la dieta vegetariana!!!  (siiii  si una vez pude...  puedo de nuevo!) Lo aprendido de Norita lo volvere a aplicar (y enseñar!). Recordare con cariño al Moro y mis aventuras en el rio, aunque aca se disfruta el agua mucho mas por que los rios son bien calidos. Veremos q pasa con este loco corazon!!!!!
Daniel.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario